Gino

05-02-2016

El día que te vimos por primera vez estabas en la acera, tumbado sin fuerzas, lleno de bocados y de balines de la escopeta de algún desgraciado que quiso divertirse a costa de tu sufrimiento. Estuviste muchísimo tiempo luchando por vivir como un campeón, sin tener ni un mal gesto a pesar de tu dolor y malestar. Finalmente, te marchaste pero tu recuerdo siempre estará con nosotras, que vimos lo fuerte que eras y supimos todo lo que tú valías.