Adopción de Ramón

La historia de Ramón, antes Camelot, es estremecedora y es una prueba clara del por qué pedimos tanta información a la gente interesada en adoptar, por qué nos lo tomamos tan en serio y por qué nuestro proceso de adopción es como es. Y, aun pasando todos nuestros filtros, a veces y a los años, nos ocurren desgracias sorpresa como esta.

Ramón apareció junto a más de 50 perros en medio de la nada y de repente. Fue un caso rarísimo que salió en los periódicos, allá por enero de 2017. Entre varias protectoras y casas de acogida, los repartimos y Asoka asumió a 43 perretes. Fuimos poniendo vacunas, esterilizando, haciendo analíticas, poniendo chips, etc.

Finalmente y cuando pudieron darse en adopción, fueron encontrando casa y Camelot fue adoptado en mayo de ese mismo año.

Al parecer Ramón no encontró ni a su familia ni su hogar definitivo, ya que 6 años después se han presentado sin avisar en nuestro albergue con el perro, contándonos que el matrimonio se ha separado y que ya no lo quieren. Es terrible ver cómo en las decisiones que toman los humanos, no cuentan con el animal, no lo conciben como parte del núcleo familiar y, por tanto, es de lo primero que se deshacen cuando las cosas se tuercen, como si de un mueble se tratase.

Ramón está triste, con 6 años más a cuestas, súper desubicado y reconociendo el albergue pero sin entender dónde están sus papás. No hay derecho a que pasen estás cosas y no hay derecho a hacerle esto a alguien que incondicionalmente ha estado a tu lado durante 6 años.