Adopción de Rizo (caso especial)
¡Adoptado! el
7-4-2011 por
En Alemania
- Nombre Rizo (caso especial)
- Clase Gato
- Desde 10-1-2011
- Sexo Macho
- Edad 15 años y 4 meses
- fecha de nacimiento 1/2009
- Raza Cruce de angora
- Tamaño Mediano
- Localidad Alicante
- ID 2302
Descripción
Un dramático ejemplo más de lo que ocurre con un gato casero cuando es abandonado a su suerte en la calle.
Rizo empezó a dejarse ver por las calles de Elda, aterrorizado y cada vez más delgado hace varios meses, sin que nadie lo buscase ni se fijase en él, hasta que un hombre de buen corazón empezó a alimentarlo, junto a otros gatos que también andaban por allí.
Aunque comida no le faltaba, su aspecto iba deteriorándose, y, su pelo semilargo, brillante y suave en otros tiempos, se tornaba frágil, sucio y enredado.
Las cosas podían ir a peor, claro... y así sucedió.. un día lo encontró tan mal (lleno de heridas, con diarrea, sin querer comer, sin poder moverse y muy apagadito), que decidió cogerlo y ponerse en contacto con nosotros.
Ha estado ingresado en una de nuestras clínicas veterinarias colaboradoras y ahora se recupera en un hogar de acogida.
Le limpiaron y cosieron una profunda herida en una pata delantera, le extrajeron UN PERDIGÓN de la cavidad abdominal y le pusieron tratamiento para la fuerte diarrea que presentaba y la infección de las heridas.
Además, le costaba un poquito respirar, había perdido bastantes piezas dentales y tenía las encías inflamadas.
Y por supuesto, tenía miedo, MUCHO MIEDO, tanto que bufaba y gruñía con las poquitas fuerzas que tenía cada vez que nos acercábamos a él.
En su hogar de acogida, poco a poco va perdiendo el miedo. Se ha pasado una semana prácticamente durmiendo y comiendo, sin querer salir de su camita, agradeciendo las caricias y las palabras dulces.
Ahora ya ha empezado a tener ganas de caminar a ratos y explorar su nuevo hogar, y nos hemos dado cuenta de que cojea de una pata trasera.
Las heridas de su cuerpo van sanando despacito, aunque las del alma tardarán mucho más.
Todavía tiene mucho miedo y, ante cualquier movimiento o ruido inesperado, bufa y vuelve corriendo a su camita. Con otros gtos, de momento, no se lleva bien, aunque todavía es pronto para saber cómo evolucionará su carácter conforme vaya sintiéndose más seguro y tranquilo.
Rizo empezó a dejarse ver por las calles de Elda, aterrorizado y cada vez más delgado hace varios meses, sin que nadie lo buscase ni se fijase en él, hasta que un hombre de buen corazón empezó a alimentarlo, junto a otros gatos que también andaban por allí.
Aunque comida no le faltaba, su aspecto iba deteriorándose, y, su pelo semilargo, brillante y suave en otros tiempos, se tornaba frágil, sucio y enredado.
Las cosas podían ir a peor, claro... y así sucedió.. un día lo encontró tan mal (lleno de heridas, con diarrea, sin querer comer, sin poder moverse y muy apagadito), que decidió cogerlo y ponerse en contacto con nosotros.
Ha estado ingresado en una de nuestras clínicas veterinarias colaboradoras y ahora se recupera en un hogar de acogida.
Le limpiaron y cosieron una profunda herida en una pata delantera, le extrajeron UN PERDIGÓN de la cavidad abdominal y le pusieron tratamiento para la fuerte diarrea que presentaba y la infección de las heridas.
Además, le costaba un poquito respirar, había perdido bastantes piezas dentales y tenía las encías inflamadas.
Y por supuesto, tenía miedo, MUCHO MIEDO, tanto que bufaba y gruñía con las poquitas fuerzas que tenía cada vez que nos acercábamos a él.
En su hogar de acogida, poco a poco va perdiendo el miedo. Se ha pasado una semana prácticamente durmiendo y comiendo, sin querer salir de su camita, agradeciendo las caricias y las palabras dulces.
Ahora ya ha empezado a tener ganas de caminar a ratos y explorar su nuevo hogar, y nos hemos dado cuenta de que cojea de una pata trasera.
Las heridas de su cuerpo van sanando despacito, aunque las del alma tardarán mucho más.
Todavía tiene mucho miedo y, ante cualquier movimiento o ruido inesperado, bufa y vuelve corriendo a su camita. Con otros gtos, de momento, no se lleva bien, aunque todavía es pronto para saber cómo evolucionará su carácter conforme vaya sintiéndose más seguro y tranquilo.