Voluntarios en Asoka

Silvia

Silvia

Como todo ser humano tendré aciertos y errores, haré las cosas bien, mal o regular, pero de algo estoy completamente segura, y es que ser voluntaria de Asoka es una de las mejores decisiones que he tomado en esta vida. En realidad llegué por casualidad al albergue, acompañando a unos amigos que ya eran voluntarios y lo que descubrí allí… en fin, no tengo suficientes palabras para poder describir que es lo que sentí y lo que siento cada vez que voy. Los asoketes me rescataron, los asoketes me ayudaron, los asoketes me demostraron el amor más puro, incondicional y sano que una persona puede recibir. Todos y cada uno de ellos, los que siguen estando, los que encontraron una familia y los que, desgraciadamente, cruzaron el arco iris, me han enseñado y me enseñan durante el turno lo que significa luchar, ayudar, amar, llorar, reír y sonreír, en definitiva, a vivir. Soy yo la que está agradecida a Tano, Galo, Gino, Mousse, Ceci, Gaspar, Fuffy, Hadriano, Blacky, Crevi, Ghandi, Tito, Hada, Salomón, Silver, Juanita, Plutón, Rocky, Rambo, Sonja, Ágata… soy yo la que intenta devolverles a cada uno de ellos todo lo que me han ofrecido con unas pequeñas y sencillas acciones como limpiar los areneros, darles una medicación, peinarles o rascarles detrás de esas orejotas, soy yo la que siempre estará en deuda con ellos. Gracias, pequeños. Gracias, Asoka

Cecilia

Cecilia

Desde muy pequeña mi sueño fue llenar mi casa de animales (bueno lo sigue siendo), siempre tuve una conexión sobrenatural con ellos. Pero claro mi madre era un poco reacia a la idea. Además de que en aquella época no sabía de la existencia de albergues o bien no existían. Hoy en día hay muchos y yo fui a dar con uno de los mejores, donde cada voluntario da todo de sí por el bien de unos seres increíbles que lo único que piden es amor; ya que ellos tienen muchisimo más amor para dar. Cada pequeñín me roba el corazón con la historia que lleva detrás, sus miradas me llenan el alma cuando me acerco a ellos para mimarlos o darles alguna chuche. Creo que jamás podría describir lo emocionante que es ser voluntario en un albergue. Ya que para poder comprenderlo hay que vivirlo.

Ana

Ana

Mi nombre es Ana y llevo ya dos años en Asoka. Nada me ilusiona más que ir todos los domingos a Asoka a cubrir mi turno de voluntaria. Yo nunca había tenido contacto con los animales, ni perritos ni nada, más allá de estar con los perros de mis amigos. Sin embargo, Asoka me hizo darme cuenta el amor profundo que tengo por los animales. Disfruto yendo todas las semanas y no hay manera de expresar lo feliz que me hacen todos los lametones y tardes de juego que me dan los asoketes. Aquí estoy con Layka, una perrita muy especial para mí y con la que he pasado muchos momentos que me han hecho ver que me encanta dedicar mi tiempo a los animales, a defender sus derechos y cuidar de ellos.

Rosa

Rosa

Hola amig@s es para mi un gran honor sentirme integrada y tod@s vosotros! Y me siento identificada a todos vosotros por nuestro amor a estos seres vivos tan encantadores. Dia a dia me doy mas cuenta de lo previlegiados que somos los humanos al tener la suerte que ellos sean nuestros amigos mas fieles,silenciosos,y siempre esperando un cariño! no conocen el odio.ni rencor.ni la envidia etc.... no entiendo como en esta sociedad existan humanos de raza depredadora, que lo valore la pureza que transmiten estos seres vivos llamados perros! Un saludo para tod@s compañeros os admiro.

Marimar

Marimar

Siempre me han gustado mucho los animales, en especial los gatos. Tengo tres, dos adoptados de pequeñitos y otra recogida de la calle ya adulta, preñada y en muy mal estado. Hoy en día es una gata sana, feliz y totalmente agradecida por haberle cambiado la vida. Cada vez que se roza conmigo demostrándome su cariño, cada vez que me mira con sus ojitos llenos de agradecimiento, siento una emoción enorme y una inmensa alegría por haber podido ayudarla. Eso mismo es lo que siento cada vez que en Asoka conseguimos salvar a algún animalito, cada vez que conseguimos un buen hogar para ellos, cada vez que entro en alguno de los recintos y vienen a demostrarme su cariño y agradecimiento por cuidar de ellos…. Es un trabajo muy duro a veces, sobre todo al ver las barbaridades que es capaz de hacer el ser humano con un animal indefenso, pero merece la pena!!! Os recomiendo a todos que probéis la experiencia. En la foto estoy con TIM, (uno de mis Asoketes preferidos que hoy está felizmente adoptado) y además, si os fijais, vereis que estoy embarazada......para que tengais claro que lo de que si estás embarazada "te tienes que deshacer del gato" es mentira!!!! Marimar

Belén

Belén

Ser voluntario de Asoka te hace ser el mas afortunado. Te das cuenta del amor que necesitan los animales y cuando te descuidas estas tu recibiendo 100 veces mas amor de ellos. Gracias a todos por todo.....