Adopción de Bola

Bola vivía en unas condiciones de higiene horribles. Dormía encima de sus propios excrementos, en una especie de casucha que se caía a trozos, sin casi poder moverse y sin salir de allí. Solo ha conocido esa vida hasta que llegó al albergue, por lo que es una perra que al principio se muestra miedosa pero, enseguida te ganas su corazón si le das mimos. Con machos es totalmente compatible, un poco bruta jugando pero nada serio. A través de la valla puede parecer que tiene una actitud poco amistosa con otros perros pero en realidad es simplemente una reminiscencia de su anterior vida, donde tenía que proteger el único trocito de terreno que era su casa y que estaba vallado.