Adopción de Bomba

Bomba llegó al albergue junto a su hermanito Batman, ambos recogidos de las calles, donde lo debieron pasar bastante mal, pues les cuesta mostrarse confiados con las personas. Aunque ha pasado algún tiempo desde su entrada, le está costando un poco más adaptarse a su nueva vida en el recinto y se sigue escondiendo de las personas, por lo que los voluntarios le prestan una especial atención con grandes dosis de mimitos, y a pesar de esta desconfianza inicial, se deja acariciar y ronronea, pues sabe que no le van a hacer daño. Bomba necesitaría una casa y una familia paciente, bien de acogida bien de adopción, en el que le ofreciesen esas muestras de amor durante cada segundo de su vida para que nuestra pequeña siamesa recuperase la fe en el ser humano. Animaros a darle esa oportunidad y no os arrepentiréis, porque cada ronroneo y cada croqueta que haga os hará sentir de una forma indescriptible.