Adopción de Emi

Emi es una joven podenquita que en su año y medio de vida ha sufrido las peores consecuencias de la caza: Fue vista por primera vez el pasado verano vagabundeando sola por un campo, con un cepo que atrapaba y colgaba de su patita y presa del pánico y del dolor. Su desconfianza por el ser humano era tal que se hacía imposible acercarse a ella, mucho menos cogerla. Seguramente, su anterior dueño no habría tenido muchos escrúpulos en usarla para la caza y abandonarla en cuanto la perrita tuvo la desgracia de ser atrapada por el cepo, dejándola a su suerte en medio de aquel campo, coja, sin agua ni comida y bajo un sol abrasador.

Por suerte, aquellas personas que la vieron decidieron intentar salvar la vida de Emi a toda costa, y estuvieron acudiendo asiduamente al campo a comprobar su evolución e intentar ganarse su confianza. Así fue como un día encontraron a Emi con la patita cortada: el cepo había cedido y desgarrado parte de su pata, y ahora Emi andaba con lo que le quedaba de patita, con todos los riesgos de infección que esto conllevaba, en un increible ejemplo de supervivencia y superación.

Pero Emi seguía teniendo terror a las personas; pasados unos meses seguía siendo imposible acercarse a ella, así que estas personas que la vigilaban pidieron ayuda a Asoka para tratar de hacerse con ella. Finalmente, hubo que sedar a Emi para poder atraparla y llevarla a un sitio seguro, donde se recuperaría antes de entrar en adopción en el albergue.

Actualmente Emi se encuentra perfecta de salud. Aunque sólo ande con tres patitas, se desenvuelve sin problemas y puede correr y jugar como cualquier otro perro. Aunque es algo desconfiada, poco a poco va perdiendo el miedo a las personas, y es una perrita buena, sumisa y sociable. Ha aprendido a pasear con correa y se lleva bien con todos los perros.