Del infierno de Bullas, al paraíso de un hogar

18-12-2012

Como os informamos a principios de marzo, en la región murciana de Bullas había una rehala ilegal de perros de caza. La intervención policial y la colaboración de protectoras de toda España y Europa, consiguió en tiempo récord hacerse cargo de los más de 70 perros que allí se encontraban en condiciones de salud pésimas, sin agua, sin comida,sin cobijo...un autentico infierno.

Desde Asoka El Grande nos hicimos cargo de cinco perras, tres galgas y dos podencas: Zaira, Celia, Cinthia, Sunny y Bully.

Cuando llegaron a nuestro albergue, impresionaba su extrema delgadez, sus cuerpos llenos de heridas, pero sobre todo impresionaba sus miradas perdidas, como si les hubieran quitado el alma, no podían esperar más de la vida que quizás la muerte...pero todo iba a cambiar.

Les esperaba una jaula si, pero no una jaula cualquiera, no una jaula como las que habían conocido hasta entonces, una jaula con camas mullidas para dormir, agua fresca, comida y todo el cariño y cuidados de los voluntarios.

El primer mes prácticamente no se movieron de sus cunas, abríamos la puerta y allí las veíamos tumbadas, descansando, simplemente estaban destrozadas de la vida que habían llevado. Todas comían tres veces al día, ninguna perdonaba ni un gramo de pienso, debería ser un lujo por fin tener comida, aunque ni siquiera querían levantarse para comer...

Sus primeros paseos, con correas y junto a personas que no iban a hacerles daño, aún así se mostraban temblorosas, se movían las cinco prácticamente a la vez, donde iba una iban las demás.

Poco a poco fueron comprendiendo que estaban en un lugar seguro y empezaron a mostrar su verdadero carácter, a enseñarnos lo maravillosas que eran:

Celia: Una de las más miedosas de las cinco. Se quedaba a menudo en un rincón de la jaula sin moverse quizá para sentirse invisible, segura de que los humanos no la harían daño. Sería su forma de sobrevivir en Bullas intentando no llamar la atención. La única que pese a los parásitos externos y las malas condiciones de aquel lugar estaba completamente sana a excepción de la desnutrición. Fue la primera en encontrar un hogar. Ya no tiene que intentar ser invisible ya esta a salvo y rodeada de personas que la quieren y cuidan de ella.

               

 

Zaira: A primera vista lo más significativo de Zaira eran sus orejas cortadas, cortadas de alguna cruel forma, que te hacían pensar de inmediato lo mal que lo habría pasado. Pero eso era solo a primera vista, porque en cuanto te acercabas a ella descubrías que lo más significativo de Zaira era su carácter ,buena, sociable y cariñosa, no importa el pasado, fue la primera que comenzó a sentirse segura y a disfrutar de los mimos, sus abrazos nos llegaron a todos, sin duda parecía una manera de agradecernos haberla rescatado. Debido a la cantidad de parásitos externos que presentaban y a las malas condiciones del lugar, Zaira padecía, Leishmania, Rikettsia y Erliquia se le dio el tratamiento necesario, y se curó de todo incluso negativizando la leishmania. Fue la segunda que encontró hogar. Ahora corre y juega en prados alemanes y sigue dando abrazos y disfrutando la vida que merece.

 

  

 

Cinthia: Llegó llena de "boquetes" heridas profundas posiblemente por mordiscos de otros perros, era tan poca comida la que había para tantos animales que debió ser una lucha constante. Al principio era un poco tímida pero poco a poco fue mejorando y se acercaba a los voluntarios para olfatearlos y recibir alguna caricia. Presentaba las mismas enfermedades que Zaira y también con el tiempo se curó de todo, sus heridas cicatrizaron sin problemas. Ahora comparte familia con otros animales y ya no tiene que preocuparse por conseguir comida.
 

 

Sunny: A Sunny le faltaba pelo en algunas zonas, la Leishmania, la Erliquia y la Rikettsia también estaban presentes, y también se negativizaron.

Ella es la reina de la tranquilidad, muy dulce y cariñosa, aunque pasará el tiempo seguía comiendo relajada tumbada en su cuna, disfrutando cada bolita de pienso como si fuera un manjar para ella, por fin podía tomarse el tiempo que necesitaba para comer sin preocuparse por nada. Sunny ha encontrado su nuevo hogar en Bélgica.

 

 

 

Bully: Bully llegó con un absceso en la cadera, también le faltaba pelo en algunas zonas y era positiva en Leishmania, Rikettsia y Erliquia. Necesitó un poco más de ayuda que las demás para perder el miedo al ser humano. Una de nuestras voluntarias se la llevo a casa donde disfrutó de un verdadero hogar y perdió casi todos sus miedos. Ha sido la última que ha encontrado familia, y después de haber pasado por una casa de acogida se nos hacia un mundo verla en el albergue. Pensábamos que su momento no llegaría. Ahora vive con otra podenquita también adoptada de Asoka, ambas se adoran. Bully ya solo tiene que preocuparse de jugar y disfrutar de la vida junto a su familia. También ha negativizado las enfermedades y no necesita tratamiento.

 

 

 

Muchas gracias a todos los que han seguido la evolución de los cinco angeles sacados del infierno de Bullas. Por fín hemos cumplido nuestro objetivo todas están a salvo y disfrutan de los mejores hogares. Ya nadie volverá a comerciar con sus vidas, no volverán a pasar hambre, sed o frió y el maltrato será un recuerdo lejano que pronto olvidaran.

Por último hacer incapie, en que los perros de caza pueden vivir en cualquier tipo de vivienda, son ideales compañeros, conviven con otros animales de manera ejemplar y su comportamiento suele ser excelente. Además los perros positivos en leishmania, con el tratamiento adecuada pueden negativizar la enfermedad, y no necesitan más cuidados que un perro "sano", su vida es complente normal.

Ellas han encontrado una familia, pero en nuestro albergue siguen esperando muchos otros perros de caza, al igual que muchos perros positivos en Leishmania, todos merecen su oportunidad. Adopta un amigo.