Adopción de Wilma

A Wilma la encontró una voluntaria del albergue, al lado de unos contenedores de basura. Buscaba comida y no dudó en pedírsela a ella. Es raro que una gata tan sociable esté en la calle, por eso creemos que se trata de otro caso de abandono.
Lo peor no era que estuviera allí en medio de la nada. Lo lamentable vino cuando se dió la vuelta y la compañera vió que tenía el cuerpo cubierto de mucosidad, sobre todo la parte trasera. También tenía zonas sin pelo de haberse lamido compulsivamente para curarse y le salía de la vagina, pus y sangre. Tenía piometra muy avanzada. Tuvo que ser intervenida de urgencia y quedó unos días ingresada, hasta que los antibióticos hicieron efecto. Ahora se está recuperando y cogiendo fuerzas para ser la gata que algún día fue.
No sabemos las personas que la vieron antes. Todo la gente que pudo pasar a su salo y "hacerse la loca", dejándola allí a su suerte. Wilma tiene un carácter excepcional. Es buena y cariñosa. Está muy agradecida por haberle quitado ese dolor tan grande y aprovecha cada segundo que pasa con los voluntarios. No merecía sufrir tanto. Lo bueno es que todo aquello ya pasó y ahora sólo le esperan cosas agradables.