Adopción de Apolo

Apolo fue rescatado por los bomberos siendo tan solo siendo un bebé de un mes escaso, que llamaba desesperado a su mamá pero que fue imposible de localizar. Estaba muy asustado cuando llegó al albergue, se escondía en un rinconcito del jaulón y temblaba de miedo, seguía buscando a su madre, de tal modo, que las voluntarias dedicaban gran parte del día en cogerlo entre sus brazos para que se sintiese seguro y notase el calor de sus cuerpos. Poco a poco se fue acostumbrando a ellas y a pasar tiempo en el jaulón, pero fortuna, encontró una casa de acogida y no tuvo que pasar muchos días en el albergue. Apolo es un gatito dulce y cariñoso a la par que alegre y feliz, que como todo buen jovencito disfruta jugando y correteando por toda la casa y durmiendo largas siestas, en las que sueña que pronto será adoptado por una familia que lo protegerá por el resto de sus largas siete vidas.