Adopción de Marcus

Marcus es uno de los muchos bebés que han abandonado el albergue, concretamente lo dejaron siendo muy chiquitín entre las plantas del exterior sin agua ni comida, sin importarles si alguien lo veía o si fallecía de un golpe de calor. Las voluntarias que lo encontraron comentan que estaba llorando y gimiendo sin parar, hecho una bolita e inmóvil del miedo que tenía, lleno de pulgas y muy, pero que muy sucio. Afortunadamente, otra de las voluntarias al ver lo pequeñito y el estado en que se encontraba no dudó en llevárselo a su casa para ofrecerle un hogar de acogida y todo el amor que necesitaba. Su mami nos cuenta que Marcus es un amorcete de gato: empieza a ronronear incluso antes de acariciarlo, con solo mirarlo ya enciende su motorcito, siempre la busca para pedir mimitos, y por las noches se acurruca en su cuello o en su regazo para quedarse dormido mientras mulle con sus patitas e intenta mamar. Además se lleva estupendamente bien con sus hermanos gatunos de acogida, juega con ellos sin parar y duerme abrazaditos con ellos… ¡No se puede ser más adorable! No tardes en venir a conocerlo y no lo hagas esperar, Marcus está deseando conocerte y ofrecerte todo su amor por el resto de sus siete vidas.